Un grupo de mineros se encierran a unos 400 metros de profundidad como protesta ante el posible cierre de la mina donde trabajan en la isla de Sardigna.
Lxs 120 minerxs que están ocupando la mina desde el pasado lunes y que han avisado que en el interior hay 690 kilos de explosivos y 1.221 detonadores y que están dispuestos "a todo".
Lxs minerxs, entre los que se encuentran tres mujeres que también trabajan en la mina, bajan en grupos de 30 personas a las salas que se encuentra a 400 metros de profundidad y hacen turnos de ocho horas.
Se trata de trabajadorxs de la empresa Carbosulcis, que gestiona la mina sarda de Nuraxi Figus, y que piden que se desbloquee un proyecto de 1.600 millones de euros para realizar una nueva central eléctrica a carbón integrada con la mina que impediría el cierre de la estructura.