Un club que al borde de la bancarrota dio un giro en su filosofía y a día de hoy se ha convertido en un equipo de culto para los amantes del fútbol modesto, y no solo en el aspecto deportivo. Actualmente su afición es una de las más apasionadas del estado español y cada fin de semana acude al campo de La Cruz para ver jugar al equipo de su vida en Tercera división.
“El fútbol es de las aficiones”, una frase muy conocida y repetida a día de hoy, debido a lo mucho que ha cambiado este deporte en los últimos años y al dinero que mueve actualmente. Nunca está de más recordar que los aficionados deberían ser dueños de sus clubes, o al menos deberían tener más importancia dentro de ellos. Países como Inglaterra o Alemania están al día en este aspecto, y eso se demuestra en la buena gestión que se hace de los clubes en estos lugares y en el buen momento que atraviesan económicamente como consecuencia de este hecho. España es algo aparte en este sentido. A día de hoy este es un país muy atrasado en lo que a gestión del fútbol se refiere, y también, por qué no decirlo, a gestión del propio estado. Cada mes, o por lo menos cada año, salen a la luz nuevas deudas y nuevos escándalos futbolísticos, al igual que nuevos clubes en bancarrota al borde de la desaparición. O algunos, hablando más dramáticamente, que desaparecen, como el CD Palencia. Otros que se salvan milagrosamente gracias a desmesuradas inversiones por parte de magnates multimillonarios y también gracias a su historia y a su afición, como es el caso del Real Oviedo. El fútbol español pasa por un mal momento, eso está claro. Los grandes culpables de esto son, cómo no, los propietarios que con el paso de los años dejan de preocuparse por su club (en muchas ocasiones esto se produce porque estos no son aficionados del equipo, algo incomprensible). Esta triste historia le ocurrió al segundo equipo de la ciudad asturiana de Gijón, o como ellos mismos dicen el primero del barrio de Ceares, el Unión Club Ceares.
El UC Ceares nació enel año 1946 en Gijón, más concretamente en el barrio que porta el mismo nombre, y surgió como fruto de la unión entre el Blancoval y el Fortuna, ambos clubes asturianos que pasaban por un mal momento financiero y que como muchos otros durante la historia buscaron fusionarse con otro equipo para formar un único conjunto que pudiera mantenerse y competir. Tradicionalmente las fusiones futbolísticas no llegan a buen puerto, ya que se mezclan los colores de ambos equipos y, sobre todo, se mezclan aficiones diferentes con sentimientos dispares. Sin embargo, este no fue el caso del Ceares y el sentimiento se unió de tal forma que este club asturiano se convirtió en un equipo de los de verdad. Deportivamente, la fusión fue claramente beneficiosa para ambos equipos, que, unidos, crecieron –poco a poco, eso sí- y lograron en la temporada 1964/65 el ascenso a Tercera división española, con José Ramón Elvira Sastre de presidente, si bien en la siguiente campaña el conjunto asturiano volvió a descender. Esa fue -y seguía siendo hasta hace unos años- la tónica habitual en el UC Ceares, un equipo acostumbrado a subir y bajar constantemente, moviéndose siempre entre la Tercera división, la 1ª Regional, 2ª Regional y Preferente, teniendo en cuenta los cambios que ha sufrido el sistema futbolístico español en los últimos años.
“Esto ye La Cruz”
Todos los equipos especiales tienen un campo especial. El Liverpool juega sus partidos como local en el mítico Anfield, uno de los estadios más ruidosos del planeta en el que en cada partido que los Reds juegan en casa se entona antes de comenzar el “You’ll never walk alone”. Boca Juniors también puede presumir de un feudo como La Bombonera, que ruge en cada encuentro durante los noventa minutos, sea cual sea la situación del equipo bostero. Esta cualidad se puede aplicar -todo sea dicho- a cualquier campo argentino. También Alemania se caracteriza por tener algunas de las mejores aficiones de Europa, y los encuentros correspondientes a la Bundesliga tienen lugar siempre en estadios a rebosar que no cesan sus cánticos hasta que no termina el partido.
Todos los equipos especiales tienen un campo especial. El Liverpool juega sus partidos como local en el mítico Anfield, uno de los estadios más ruidosos del planeta en el que en cada partido que los Reds juegan en casa se entona antes de comenzar el “You’ll never walk alone”. Boca Juniors también puede presumir de un feudo como La Bombonera, que ruge en cada encuentro durante los noventa minutos, sea cual sea la situación del equipo bostero. Esta cualidad se puede aplicar -todo sea dicho- a cualquier campo argentino. También Alemania se caracteriza por tener algunas de las mejores aficiones de Europa, y los encuentros correspondientes a la Bundesliga tienen lugar siempre en estadios a rebosar que no cesan sus cánticos hasta que no termina el partido.
El Ceares también tiene su apasionada afición y su infernal –para los rivales- estadio, salvando las distancias, por supuesto. El equipo asturiano jugó sus partidos como local en sus primeros años en el campo de Viesques. En la década de los 60, coincidiendo con el primer ascenso del Ceares a Tercera, los propietarios decidieron construir un nuevo recinto deportivo donde albergar los partidos en los que el conjunto gijonés jugase como local. Este estadio fue bautizado con el nombre con el que todavía se le conoce hoy en día, La Cruz. El campo comenzó siendo sin gradas, hasta que en el año 2004 fue reformado y se instaló una grada lateral de 500 espectadores, si bien la mayor parte de los aficionados que acuden al recinto permanecen de pie durante los enfrentamientos de su equipo ante otros conjuntos asturianos. Además, La Cruz posee algunos rasgos que suponen una auténtica declaración de intenciones sobre la filosofía del club, los cuales vendrán más adelante.
Los problemas financieros y el cambio
Desde el comienzo del siglo XXI el UC Ceares atravesaba una situación económica muy complicada. Los propietariostrataban de deshacerse del club como pudiesen pero no había compradores capaces de relanzar la situación y conseguir que el segundo equipo de Gijón continuase compitiendo y se siguiera manteniendo. El Ayuntamiento de Gijón propuso la fusión del Ceares con el Llano 2000 y más tarde con el Manuel Rubio, pero ninguna de las propuestas convenció a los socios del club, que no estaban de acuerdo con que el equipo perdiese su escudo y sus colores. En el año 2011 llegó el cambio, impulsado, en parte, por el exfutbolista Roberto Colunga. Una directiva joven, aficionada del Ceares y contraria al fútbol moderno se hizo con el equipo cuando este estaba en bancarrota. El club evolucionó de forma radical en lo financiero y en lo cultural. “El objetivo era recuperar el club para el barrio, volver a los orígenes, reivindicar el fútbol como deporte popular y social”, decía Miguel Ángel Lozano, secretario del Ceares y una de las piezas clave del proyecto.
No todo es fútbol
El bar del Ceares está situado en La Cruz y es un auténtico lugar de culto del barrio gijonés. En esta instalación se puede disfrutar de la mejor música británica y de los 80, además de canciones futboleras de los mejores grupos rockeros en los días de partido. Esta cantina es clave para la financiación del club, ya que es una de las grandes fuentes de ingresos de las que se sustenta el Ceares. Los aficionados acuden al bar horas antes del encuentro y salen horas después habiendo disfrutado del partido y del mejor ambiente posible en los aledaños de un recinto deportivo.
Además, La Cruz es utilizada, de vez en cuando, como lugar para las jornadas temáticas, como por ejemplo las literarias y culturales, donde tienen lugar en el mismo césped del estadio debates y actos en los que se critica la actual gestión del deporte, en especial del fútbol. También tienen lugar en el recinto conciertos de grupos independientes, acordes con la filosofía del club, a los que acuden en masa los aficionados a la música. Con esto el UC Ceares pretende potenciar también la cultura asturiana, un acto muy beneficioso para la comunidad.
Actualmente el Unión Club Ceares suma nueve temporadas consecutivas en Tercera división, un auténtico éxito para el club puesto que se trata de la mayor racha en su historia. Debido a que su presupuesto es uno de los más bajos de su grupo, su principal objetivo es mantenerse, algo que durante los últimos años está logrando con creces. Esta meta se ha alcanzado formando un equipo repleto de futbolistas que se dejan la piel en cada partido por su equipo, que conocen la filosofía de su club y que respetan a sus aficionados.
la entidad asturiana busca potenciar la cantera y hacer que el primer equipo del barrio de Ceares crezca. Por esta razón, esta temporada, 2012/13, salieron a competir, además del primer equipo, un prebenjamín, dos benjamines y un filial, que fue encuadrado en Segunda Regional. Siguiendo los ideales deportivos de clubes como el St Pauli, el FC United of Manchester o el CAP Ciudad de Murcia esta entidad busca convertirse en referente entre los equipos rebeldes, que luchan contra el fútbol-negocio y que siguen creyendo en este deporte como una actividad popular y social.
Queda muy bonito lo de estar contra el fútbol moderno en tercera , pero poner el precio de las entradas de 2-a....
ResponderEliminarEl preciu de les entrades decídelu la Federación y nun hai que preguntar muncho pa saber que l'U.C. Ceares foi ún de los pocos equipos que pidió baxar el preciu de les mesmes.
ResponderEliminarDesconocia que fuese la federación quién fijase los precios. Retiro la insinuación entonces , cuando no se tiene razón no se tiene.
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