Mediados de los 70, Nueva York. En un contexto social de abandono de los barrios más humildes por parte de la administración, surge una nueva forma de diversión y de expresión cultural: las block parties. Fiestas ilegales en la calle, luz pinchada, un equipo de sonido, platos, micros, comida, bebida y ganas de pasarlo bien. Ni managers, ni promotores, ni concejales de cultura de por medio. Así nac e el hip hop y así se mantiene a lo largo y ancho del planeta. Una forma de expresión que escapa de las lógicas preestablecidas: no hay academias, no hay profesores, no hay burocracia. Los breakers no esperan a que les den un local, bajan a bailar a la calle. Los escritores de graffiti pasan de la ley; dj’s y mc’s desarrollan su creatividad sin maestros ni cánones establecidos. Expresiones culturales que surgen de la escasez, de la precariedad, y que a ellas se mantienen ligadas. Por mucho estereotipo que nos quieran vender, ¿dónde se hace el rap? Muchos más en la calle que en clubes de lujo, mucho más en pisos de protección oficial que en mansiones, mucho más en el metro que en limusinas. Por eso un rapero que te habla de la realidad social del barrio siempre tendrá más credibilidad y respeto que un trepa que te habla de champán, putas y coches. El hip hop siempre ha sido de la gente de los barrios humildes, de gente jodida que encontraba por fin una forma de contar lo que le rodeaba. Por eso adoptaban determinadas estéticas (pantalones caídos -como en el talego cuando te quitan el cinturón- o zapas sin cordones -como en el calabozo cuando te los quitan-), por eso trataban ciertos temas y se comportaban de determinada manera.
Finales del 2012… Estando tú o tus colegas en paro y el que curra es precario, acumulando deudas cada día (multas, alquileres, hipotecas, facturas). Los rapers que hacen apología del lujo, pierden todo el sentido que pudieran antes tener (para nosotros, ninguno). La música de la calle, tiene que ser de la gente de la calle. Ahora más que nunca, hay que ser hay que tomar conciencia: ¿Quiénes somos y de donde venimos? Si el rap toma la calle, nosotros debemos tomar nuestra vida, luchar y crear, organizarse y atacar. Que las letras de rap se conviertan en realidad.
El Festival Rap Consciente nace en el 2008 para intentar acercar la cultura del hip-hop a la escena antifacista, anti-racista y combativa de Madrid.
Pretende ser un lugar de reunión en el que confluya gente de todo tipo para fomentar el hip-hop combativo y consciente, alejándolo de los roles que se le asignan al rap como poses, descalificaciones y prepotencia.
Love RAP, Hate Racism!
