Mañana, una vez más, será 12 de octubre. Cuando amanezca, será fiesta nacional; se estará celebrando que, hace 520 años, Cristóbal Colón ( ""Un pirata negrero lleno de avaricia, crueldad, egoísmo y soberbia" según el historiador Nectáreo María) descubrió América para desgracia de los que allí vivían. De nuevo las calles de este maldito país, que decía Eskorbuto, se inundarán de banderas rojigualdas, dejando así constancia de su alienación, de su culto al Estado y a las élites que sustentan el poder. Esclavos desbocados, fervientes de creer en algo, necesitados de una identidad y ansiando que esos militares de los que todos estamos tan orgullosos se la den, les digan por fin quiénes son y cuál es la finalidad de sus vidas: la sumisión, la obediencia ciega en nombre de la patria. Sujetos-Frankenstein, sin memoria ni capacidad alguna de raciocinio. Histéricos y dogmáticos, tiemblan de terror sólo de oir voces que intenten hacerlos rectificar. "!Viva España¡" exclama la jauría, silenciando así a aquellos que recuerdan, a aquellos que saben lo que fue la mina de Potosí, los que tienen presentes a esos indígenas que, aún a día de hoy, son asesinados y explotados vilmente a beneficio de una burguesía españolista, ignorante, inmoral e hipócrita,que se regocija comprobando cómo el engaño sigue funcionando cinco siglos después. Qué facil es dominaros, bastan unos colores, una historiografía inventada y unas marchas militares para que el lado más simiesco de toda una sociedad salga a relucir. Mañana por la mañana tendremos la oportunidad de disfrutar en directo por TV un acto de sadomasoquismo de hercúleas dimensiones; hordas de ciudadanos vitoreando al paso de esos que el día de mañana no dudarán en abrir fuego si las tensiones sociales se desbordan, podremos admirar (algunos aplaudirán) toda la maquinaria destinada al control social, al genocidio frío, sistemático y calculado.
Se dice que vivimos en tiempos líquidos, posmodernos, donde todo se deshace, todo es efímero y nada perdura. Pero algunos, que siempre fuimos muy necios, nos negamos a olvidar. Nos negamos a olvidar el perjuicio que supuso imponer a sangre y fuego en América Latina una cultura( englobando en este término religión, estilos de vida, códigos morales, cosmovisión, organización social, ideología...) decadente, que sólo ha contribuido a llevar al mundo al actual estado de descomposición, crisis sistémica y miseria intelectual. Tampoco olvidamos la transformación de las tierras latinoamericanas en un simple recurso al servicio de multinacionales y Estados que sólo persiguen fomentar el consumo desaforado reinante en las sociedades occidentales. Así vemos cómo el Amazonas, el pulmón del planeta Tierra( que por si no lo sabían, no es propiedad de nadie), ha sido destruido prácticamente por completo para extraer petróleo y saciar así la avaricia irrefrenable de ciudadanos-automovilistas y de Estados ( ¿cómo creen, queridos amigos, que se propulsan esas grotescas máquinas que mañana desfilarán por las calles de Madrid?). No nos olvidamos, por supuesto, de los miles y miles de indios exterminados físicamente de la forma más cruel.
Por eso y por mucho más, disfrutar de vuestro día. En serio, disfrutarlo, sabemos que no podríais vivir sin él. Necesitais, al menos una vez al año, sentir esa pertinencia al grupo, esa sensación de quedar totalmente anulado en medio de la masa, dando rienda suelta a los instintos más primitivos. Algo semejante narra Orwell en "1984" cuando habla del Minuto del Odio, algo así como la administración racionalizada de las emociones por parte del poder para así controlarlas.
Dicho lo dicho, queridos ciudadanos españoles, meteros por el culo vuestro día nacional, seguir así, lamiéndole las almorranas a toda una clase dominante que os está robando la vida.