Una alcaldesa del PP rindiendo homenaje "a los caídos por Dios y por España" en el municipio madrileño de Quijorna, en el que se montó un mercadillo con mercadotecnia de simbología nazi y fascista; jóvenes de Nuevas Generaciones del PP colgando vídeos en Youtube donde dan pábulo al proselitismo franquista; alcaldes gallegos como el de Baralla que añoran públicamente el antiguo régimen o, como el del Ayuntamiento orensano de Beade, que despiertan al son de la infausta melodía del Cara al sol como tono de móvil; o el ataque a la librería Blanquerna en la jornada de la Diada y la Vía Catalana por parte del grupo Alianza Nacional, cuya ilegalización estudia el Tribunal Supremo. No son pocos los episodios de carácter ultraderechista que al albur de la crisis económica, la desafección política, la desconfianza en las instituciones o la inmigración han germinado con una cuota de visibilidad creciente con intención de capitalizar esta tormenta perfectay, frente al espejo de los éxitos obtenidos por movimientos semejantes en varios países de Europa, con el griego Aurora Dorada de referente, trabajan en la ensoñación de captar adeptos y, por qué no, asomarse a los poderes públicos.
Al amparo de que la apología del franquismo no es todavía constitutiva de delito -vulnera el código moral, que no el penal-; los grupos de extrema derecha han aprovechado estos años de recesión, amén de demandas independentistas como la procedente de Catalunya, para tratar de aumentar sus áreas de influencia. Según el informe más reciente del Movimiento contra la Intolerancia, se estiman en 4.000 los incidentes y agresiones que provocan anualmente; con grupos racistas y xenófobos en todas las comunidades; un millar de localizaciones a través de webs, blogs o foros en Internet; decenas de conciertos de corte neofascista; y fijando en unos 10.000 el número aproximado de militantes de esta ideología y sus ramificaciones. La propia Policía española tiene constancia de la existencia de 46 grupos activos de derecha radicalizada, en cuyo seno se han detenido a 74 personas solamente en 2013; aparte de las más de 250 bandas neonazis que las Fuerzas y Seguridad del Estado contabilizaban ya en 2008, 53 de ellas muy peligrosas. Tanto, como la iniciativa denominada La España en marcha (LEM), abanderada por La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español y Democracia Nacional, cuya puesta en escena tendrá lugar el próximo sábado día 12 en Barcelona para denunciar el propósito soberanista catalán mediante "quema de trapos separatistas". Es más, el líder de Alianza Nacional, Pedro Pablo Peña, avisó de que los catalanes podían tener "por seguro" que no obtendrían su independencia sin derramar "sangre". "Si es preciso la lucha armada, pues lucha armada". "Lo que no permitiremos es que se escinda un territorio de España sin que haya sangre", amenazó.
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