Una frase muy repetida entre los aficionados más
puristas de este deporte es aquella de "odio eterno al fútbol moderno", o
en inglés "against modern football". En los últimos años, el fútbol
está afrontando situaciones muy delicadas. La sumisión a
aspectos puramente económicos fuerzan que lo deportivo pase en
ocasiones a segundo plano, algo que nadie se planteaba hace
aproximadamente medio siglo. El por qué parece claro: la calidad se
paga. Pero por algún que otro motivo, este principio, que nos puede
parecer lógico, se ha acabado elevando a la enésima. Tanto, que hay
pocos que la puedan pagar. Se ha creado en torno al fútbol una burbuja
que no para de crecer.
Los costes que ha de
mantener cualquier equipo profesional se elevan, los clubes se endeudan
para intentar alcanzar las cifras marcadas y sobrevivir deportivamente. Y en ocasiones acaba costándole la vida al propio club. Casos
conocemos todos. Equipos que estaban hace no tanto en el primer plano
mediático y cuando la economía les dijo "basta" se acabó su historia. La
única manera en la que las entidades que penden de un hilo logran
asegurarse la continuidad es encontrando inversores privados que
sostengan los gastos de cada temporada –de cada ejercicio, en términos
más económicos–. Su gestión supone también un riesgo añadido: no todos
los inversores acaban haciendo bien su trabajo o se mantienen fieles al
proyecto inicial, y hay clubes que acaban sufriendo las consecuencias
(Alavés, Real Oviedo, Racing de Santander…). De ahí medidas impensables
hace no tanto como la conversión de casi todos los clubes españoles en
Sociedades Anónimas Deportivas (empresas puras y duras, al fin y al cabo) y cotizaciones de equipos en las diferentes bolsas, principalmente, europeas.
La
reacción de los aficionados que antes mencionaba es de disgusto y
profundo malestar. Jugar al fútbol se convierte en algo secundario, algo
que casi sólo se puede hacer si tienes potencial económico.
Por esto y mucho más, decimos:
NO AL FUTBOL MODERNO.
En unos pocos días dará comienzo la Euro 2012, la cual no es más que otro ejemplo de fútbol moderno de comercialización, es decir, que los intereses capitalistas se imponen sobre el de los aficionados, véase los precios abusivos de las entradas, la cantidad de publicidad de las grandes empresas mundiales, o la gran parafernalia montada para la ocasión.
También es conocido por todos la necesidad de colegios, hospitales, bibliotecas, en vez de campos de futbol o lujosos hoteles para tantos y tantos "mandamases" que albergará la Euro 2012.
El estado español también se verá afectado por esta Euro 2012, ya sabemos que Rajoy pidió a España la victoria, para "dar un subidón de moral al país", esto sirve para ocultar y hacer olvidar a la sociedad de lo que realmente es importante, por no hablar de el alardeo de Españolismo y borreguísmo que se respirara durante las próximas fechas.
FUCK EURO 2012